sábado, 5 de junio de 2021

 

Clima electoral

Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
El frío es la ausencia del calor, principio básico de la meteorología. En nuestro país la variabilidad del clima juega un papel importante en el desarrollo de la sociedad, pero poco nos interesa.
El clima de Lima Metropolitana es relativamente sencillo, porque sus variables climáticas son irrelevantes para el comportamiento social. Si atravesamos la capital entre las neblinas de Chorrillos y Miraflores, las nubes bajas en San Juan de Miraflores y el cielo despejado de La Molina o Ate al mismo tiempo, no alteramos el día a día del ciudadano o su economía, en comparación con lo que sucede en otras ciudades.
Esto ha ocurrido por casi cinco siglos, generando en el pensamiento limeño un menosprecio al análisis del clima y una despreocupación de las autoridades que desde la capital dirigen el país, que solo actúan cuando los huaicos se activan por Lima y alteran su economía. Las tormentas de verano que tienen lugar en todo nuestro país, salvo en Lima Metropolitana, no son vigiladas y son desaprovechas por desconocimiento.
La gran excusa es el cambio climático, y esto hace que otros países y ONG pongan el ojo en nuestro maravilloso país, promoviendo el reclamo interno coherente de nuestros compatriotas. Algunos toman una voz colectiva, proponen ser la salvación y que la respuesta sea cuidar nuestro clima sin decir cómo. Así tratan de convencer a gran parte de nuestros compatriotas que sufren los desastres, e inclusive a muchos que viven en la capital. Se trata de medias verdades y, por ende, mentiras.
No necesariamente el frío o el calor nos ofrecerán una solución a nuestra variabilidad climática. Vigilemos de verdad y dejemos de atarantar desde Lima a todo el país. Debemos proteger al Perú de tormentas o sequías en todas las estaciones. No cambiemos el rumbo. Solo faltan toques de timón.

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