domingo, 20 de noviembre de 2022

Francia apoya COP30 en Brasil


Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea.

Francia apoya propuesta de Lula para una COP en la Amazonía

El presidente francés, Emmanuel Macron, apoyó la propuesta del mandatario electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de celebrar en la Amazonía la conferencia de la ONU sobre el clima en 2025. “Me gustaría mucho que pudiéramos tener una COP en la Amazonía, así que apoyo plenamente esta iniciativa del presidente Lula”, dijo durante su viaje a Bangkok para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
“Apoyo la vuelta de Brasil a una estrategia amazónica. Lo necesitamos”, insistió Macron.
Lula, quien asumirá la presidencia de Brasil el 1 de enero, expresó en Egipto su deseo de organizar la COP30 en la Amazonía, un pulmón verde esencial para el equilibrio del clima y la biodiversidad mundial. Lula llegó a Sharm el Sheij, en Egipto, para asistir a la COP27. Brasil había sido seleccionado para acoger la COP en 2019, pero había desistido tras la elección de Jair Bolsonaro a finales de 2018.
“Francia es una potencia indopacífica y una potencia amazónica. La mayor frontera exterior de Francia y Europa es la frontera de nuestra Guayana con Brasil”, recordó Macron.
La reciente victoria de Lula parece allanar el camino para un acercamiento entre París y Brasilia.
“Esperaba impaciente este momento para que podamos relanzar una asociación estratégica a la altura de nuestra historia”, dijo Macron a Lula, al felicitarlo tras la elección presidencial.
Francia considera a Brasil como un “socio esencial en América Latina”, dijo la secretaria de estado para Europa, Laurence Boone, al anunciar una nueva hoja de ruta para “los próximos meses”.
Fuente: DW, EFE, AFP.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Presente y futuro del Reino de Dios


Evangelio según San Lucas 21,5-19.
Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo."
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas».
Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

En 1947, el Boletín de Científicos Atómicos inauguró un "reloj del día del juicio final". El propósito del reloj del día del juicio final es mostrar cómo cosas como la proliferación de armas nucleares, la destrucción del medio ambiente y el malestar político internacional están empujando a nuestro mundo cada vez más cerca de la zona de peligro de la aniquilación global. En este momento el reloj marca las 11:58 p.m., y sólo faltan dos minutos para el día del juicio final.
La lectura del evangelio de hoy (Lucas 21:5-19) me hace pensar en eso. A medida que nos acercamos al final del año litúrgico, nuestras lecturas se convierten cada vez más en el tema de la "oscuridad y la perdición". No podemos meter la cabeza en la arena y pensar que las condiciones que representa el "reloj del juicio final" no son reales. Basta con leer o ver las noticias para comprobarlo. A nivel humano esto puede llevarnos a la preocupación, al miedo y a la desesperación. A nivel espiritual, Jesús nos dice que Dios "nos dará la sabiduría" al hablar, y que "ni un pelo de nuestra cabeza será destruido". Dice que "con nuestra perseverancia aseguraremos nuestra vida". En medio de tanta preocupación, miedo y desesperación, Jesús nos da un mensaje de esperanza: que venceremos el mal y la destrucción.
En nuestra Primera Lectura del Libro del Profeta Malaquías (3:19-20a) el mensajero de Dios da un mensaje de esperanza, que para aquellos que "temen el nombre del Señor, surgirá el sol de la justicia con sus rayos sanadores". Estarán protegidos y saldrán victoriosos sobre el mal y los malhechores. Su fidelidad a Dios les hará atravesar la confusión y la lucha.
En nuestra Segunda Lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses (3,7-12), San Pablo exhorta al pueblo a imitar la vida santa de los que siguen fielmente al Señor Jesús. Con la gracia de Dios, y nuestra dedicación a la vida en Cristo, superaremos los obstáculos para dar testimonio de Jesucristo.
El reto para nosotros, aquí y ahora, es cómo vivir nuestra vida en unión con Jesús, sentir esa fuerza y gracia que viene de Dios, y hacer siempre lo correcto. Así como Malaquías y Pablo animaron a sus oyentes a confiar en Dios, el Señor Jesús también nos dice que confiemos en él, y en el Padre que lo envió. Aunque no nos parezca que estemos en la batalla o en las condiciones de las tres lecturas, esto es una "llamada de atención" para que todos intensifiquemos nuestra vida en Cristo, para armarnos con la gracia de Dios para superar la confusión, el desánimo y la impotencia.
Como seguidores de Jesús estamos llamados a ser personas de esperanza. La virtud más asociada a la resurrección de Jesús es la esperanza. Siempre me ha gustado pensar que hay una diferencia entre el optimismo y la esperanza. El optimismo se basa en las buenas intenciones de los demás. Sin embargo, la esperanza se basa en nuestro conocimiento, creencia y experiencia de la resurrección de Jesús: que Dios puede hacer lo imposible y lo improbable. Eso es lo que hizo Dios Padre al resucitar a Jesús de entre los muertos: lo imposible y lo improbable. Cuando los discípulos fueron a la tumba en la mañana de Pascua, nunca imaginaron que el cuerpo de Jesús no estaría allí. Habían ido con aceites y especias para tratar su cuerpo, como era su costumbre después de la muerte. Pero no estaba allí. Había resucitado. Cuando nos miramos a nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestras comunidades y a nuestro mundo, debemos hacerlo con esperanza, una esperanza basada en ese poder y esa gracia de Dios para hacer lo imposible y lo improbable, si estamos dispuestos a cooperar con su gracia y hacer su voluntad.
Mientras reflexionaba sobre las lecturas, también pensé en las recientes exhortaciones apostólicas del Papa Francisco. Una de ellas es 'Laudato Sí', 'Alabado sea'. La pregunta básica a la que se dirige el Santo Padre es: "¿Qué está pasando con nuestra casa común?". Me ha recordado al "reloj del juicio final". La mayoría de la gente piensa que se trata principalmente de una tesis ecológica, pero en ella se dirige a cuestiones más amplias sobre el deterioro de la calidad de la vida humana: la contaminación, el cambio climático, la pérdida de agua, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad global. Observa nuestro mundo de forma realista, y a través de la luz del Evangelio nos ofrece formas de mejorar esa calidad de vida y recuperar el diseño del Creador. Necesitamos redescubrir cómo utilizar el regalo de Dios, que es nuestro mundo, como el dador del regalo previsto.
A continuación, el Papa Francisco escribió "Amoris Laetitia", "Sobre el amor en la familia". También aquí se dirige al mundo real en relación con la sexualidad y el matrimonio. Una vez más, el Santo Padre nos llama a redescubrir la intención del dador, Dios, al darnos estos dones sagrados de nuestra sexualidad, el matrimonio y la familia. En las noticias y en el mundo del espectáculo nos bombardean con mensajes de que "el mundo" va en dirección contraria. Lo que la Iglesia cree y profesa sobre estas realidades íntimamente humanas y espirituales no es respetado por "el mundo" de hoy. Bajo el título de los "derechos" de cada uno, este abuso de los dones de Dios se ha consagrado incluso en la legislación. Defender lo que vemos como "correcto" a los ojos de Dios nos trae críticas y condenas. Parece que el principio rector del "mundo" de hoy es hacer lo que se siente bien, lo que es fácil y conveniente, y rechazar la intención del dador en los dones de nuestra sexualidad, el matrimonio y la familia.
Si somos personas de esperanza -que Dios puede hacer lo imposible y lo improbable- afrontamos cada día con la intención de ser instrumentos de la voluntad de Dios en la vida de nuestros seres queridos y de nuestro mundo. A pesar de los retos y las dificultades, sabemos que Dios está con nosotros y que su gracia es abundante. Nuestra calidad de vida dice mucho al "mundo" y no podemos subestimar la influencia y el poder que tenemos en la vida de los demás y en nuestro mundo. Demos ese testimonio con sabiduría y valor.

COP28: Emiratos Árabes Unidos

 

Emiratos Árabes Unidos será un proveedor responsable de petróleo y gas durante el tiempo que el mundo necesite, dijo su presidente, el jeque Mohamed bin Zayed al-Nahyan, en el inicio de dos semanas de conversaciones climáticas en Egipto.

Agregó que la nación del Golfo Pérsico, que es uno de los mayores productores de la OPEP pero que también ha invertido en energía renovable, se centró en reducir el impacto de carbono de su producción de combustibles fósiles.

"EAU es considerado un proveedor responsable de energía y seguirá desempeñando este papel mientras el mundo necesite petróleo y gas", dijo.

"El petróleo y el gas en los Emiratos Árabes Unidos se encuentran entre los menos intensivos en carbono del mundo y continuaremos enfocándonos en reducir las emisiones de carbono que emanan de este sector", agregó.


La COP27 de Egipto es la última de décadas de conversaciones de la ONU para tratar de frenar el cambio climático causado por el uso de combustibles fósiles.

La cumbre COP28 del próximo año será organizada por los Emiratos Árabes Unidos en la Expo City de Dubái y evaluará la implementación del acuerdo climático de París de 2015 que busca limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

El presidente de EAU dijo que su país fue uno de los primeros en la región del golfo Pérsico en anunciar un plan de neutralidad de carbono para 2050 y la semana pasada firmó un acuerdo de 100,000 millones de dólares con Estados Unidos con el objetivo de agregar 100 gigavatios de energía renovable a nivel mundial para 2035.

Fuente: Más  Energía www.mase.lmneuquen.com

jueves, 10 de noviembre de 2022

Presentan evidencias del impacto del cambio climático en el Perú

 

Perú e Italia desarrollan investigaciones vinculadas al monitoreo de ecosistemas de montaña.

En la Cumbre Anual de Cambio Climático (COP27), fue un día dedicado a la ciencia. En ese marco, el Perú realizó el evento “De los Andes a los Alpes: monitoreo de ecosistemas de montaña como aporte a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional”, junto con el Ministerio de Transición Ecológica de Italia.
Al respecto, la jefa de la delegación del Perú en la COP27 y directora general de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente (Minam), Milagros Sandoval, destacó el trabajo colaborativo entre ambas naciones, que es de larga data, con el fin de impulsar acciones conjuntas que contribuyan a adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático.


“Una de estas iniciativas es el proyecto IMELS para la adaptación y mitigación del cambio climático, que ha contribuido a la generación de estudios vinculados al monitoreo de ecosistemas de montaña para adoptar acciones de adaptación frente a la crisis climática en la población vulnerable y en los sistemas productivos que dependen del agua de los glaciares”, sostuvo, durante la reunión que se efectúa en Sharm El-Sheikh, Egipto. 
El subdirector en Gestión del Conocimiento y Fortalecimiento de Capacidades del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), Daniel Martínez, presentó evidencias del impacto del cambio climático en las montañas, nevados y lagunas de origen glacial, lo que representa un potencial peligro para la población. 
Asimismo, expuso el trabajo que realiza dicha entidad adscrita al Minam en el monitoreo de los glaciares Huascarán (Ancash) y Huaytapallana (Junín), a altitudes cercanas a los 5000 m.s.n.m. Luego, resaltó la importancia de los bofedales o humedales de las tierras altas en Perú, que representan una reserva importante de carbono y agua.

Ciencia para la acción
Durante la jornada de hoy en la COP 27, su presidente, Sameh Shoukry, puso de relieve el rol de la ciencia al proporcionar evidencia crítica para impulsar el sentido de urgencia en la acción climática. "Si bien no podemos hacer retroceder el tiempo en el derretimiento de los glaciares y revertir las emisiones globales, podemos detener parte del impacto del cambio climático recurriendo a la ciencia para encontrar soluciones", remarcó.
En ese contexto, Egipto lanzó su primer Mapa de Evaluación de Vulnerabilidad, que se basó en datos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático. 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

COP27: Egipto e Indonesia cambian de capital

 


El calentamiento global empeora las condiciones de vida en las ciudades de más de 10 millones de habitantes, que han pasado en siete décadas de 2 a 33, y serán 47 en 2050.

En 1950 tan solo había dos megaurbes —gigantescas ciudades con más de 10 millones de habitantes— en todo el mundo, Tokio y Nueva York; hoy ya son 33 —muchas de las cuales no sonarán al lector— y en tres décadas rozarán las 50. El cambio climático, con el aumento de las temperaturas y los fenómenos extremos que conlleva, empeora las condiciones de vida de sus habitantes hasta el punto de hacerlas cada vez más invivibles. De hecho, países como Indonesia o Egipto están ya construyendo nuevas capitales desde cero para llevar su Gobierno y sus funcionarios a otros emplazamientos más habitables.

La mayoría de estas megaciudades están situadas en África, Oriente Próximo y sur de Asia, precisamente las zonas más afectadas por el calentamiento global. “Las urbes más insostenibles son Kinshasa, Nairobi, Lagos, Dacca, Bagdad, Lahore, Calcuta y Nueva Delhi, que además incrementarán su población un 50% hasta 2050″, explica el informe Amenazas ecológicas del Instituto para la Economía y la Paz, que analiza diferentes variables como el acceso al agua potable, los desastres naturales, el crecimiento de la población o la inseguridad alimentaria.

“Esto, combinado con altos niveles de contaminación ambiental, malas condiciones de saneamiento, climas extremos, altas tasas de homicidios y amenazas ambientales, convertirá a esas urbes en inhabitables”, prosigue el documento, que estima que las que tendrán mayor crecimiento serán las del África subsahariana: Dar es Salaam (Tanzania) y Nairobi doblarán su población en 30 años, mientras Kinshasa, Lagos y Jartum crecerán un 80% en ese periodo. Entre esos monstruos urbanos hay lugares poco conocidos en Occidente como Chennai, Ahmedabad y Hiderabat (India), o Tianjin y Chongqing (China).


Julia López Ventura es directora para Europa de C40 Cities, el grupo de liderazgo climático de las mayores ciudades del mundo: “El cambio climático afecta más a las megaurbes que a las ciudades más pequeñas. Por ejemplo, en lo relativo a las altas temperaturas, porque en los entornos altamente construidos y con menos zonas verdes se crea el efecto isla de calor, que implica que la captación de calor es más alta. Eso significa que en una ola de calor los centros de las grandes ciudades pueden tener temperaturas de tres a cinco grados más altas que los exteriores, con todos los problemas que ello conlleva para la población más vulnerable”.

Es uno de los problemas que padece El Cairo (21,8 millones de habitantes), una de las grandes ciudades del mundo con las temperaturas más altas y un mayor estrés hídrico. Figura entre las más contaminadas ya sea por la calidad del aire o en términos acústicos y lumínicos. Unas horas bastan para notar cómo la polución se filtra por las fosas nasales, sentir picor en los ojos o sufrir alteraciones del sueño, una presión que se agudiza en las vastas zonas informales que constituyen la mayoría de la capital.

Las principales batallas actuales del Gobierno egipcio para hacer frente a esta situación se centran en la reducción de emisiones, la mejora del transporte público y la gestión de residuos. Hay avances, pero lentos y no incluyen elementos clave como el entorno edificado. “Deberíamos haber empezado hace 20 años. Especialmente en El Cairo, una de las ciudades más densas del norte de África y de Oriente Próximo y la que más emisiones de carbono per cápita genera. Hay muchos problemas vinculados al cambio climático. Y esto no hará más que empeorar”, alerta Marwa Dabaieh, profesora de arquitectura sostenible en la Universidad de Malmö.

Las autoridades egipcias admiten haber tirado la toalla, y en el último lustro han acelerado la construcción de nuevas ciudades para aliviar la presión, que venden como proyectos verdes y sostenibles. Estudios independientes insisten en que estas nuevas ciudades generan una importante huella ecológica. Un caso paradigmático es el de la nueva capital que Egipto está construyendo al este de El Cairo, que se presenta como un tranquilo oasis en mitad del desierto al que, de inicio, irán el Gobierno, los funcionarios y una pequeña élite. “La nueva capital es un ejemplo obvio: no se presta atención al impacto ambiental. Pese a toda la cantidad de hormigón que se vierte, los edificios están mal adaptados al clima con torres de cristal en medio del desierto, que requieren mucha refrigeración y calefacción, y muchas zonas verdes cuando no tenemos agua ni para beber”, lamenta Dabaieh. Lo que ocurrirá con los habitantes que se queden atrás es en gran medida una incógnita.

Bernhard Barth, experto en cambio climático y ciudades de ONU Habitat, añade otros problemas de estas grandes urbes: “A menudo, el tamaño y la forma de nuestras ciudades las hace particularmente vulnerables al cambio climático, tanto por el calor como por la calidad del aire. Sin embargo, hay que decir que el efecto isla de calor tiene también mucho que ver con la forma en que se construyen nuestras ciudades, los materiales que se utilizan, la falta de espacios verdes, la falta de lagos, ríos y arroyos que ayuden a circular el agua... Además, las grandes urbes también son muy propensas a las inundaciones”.

Precisamente las continuas crecidas del agua, incrementadas por el cambio climático, son el problema fundamental de la congestionada Yakarta, una megaciudad de 11,1 millones de habitantes (aunque el área metropolitana triplica esa cifra) que se hunde a una velocidad media de 10 centímetros anuales. Alrededor del 40% de la ciudad se encuentra ya por debajo del nivel del mar y los expertos alertan de que podría estar completamente sumergida para el año 2050.

Además, la capital indonesia no canaliza suficiente agua potable y más de la mitad de la población depende de pozos que captan recursos hídricos de acuíferos poco profundos. Esta situación, sumada a la construcción desenfrenada, limita aún más los espacios abiertos para la absorción y precipita el hundimiento del terreno, lo que supone un grave problema ante las cada vez más frecuentes inundaciones por al aumento de las tormentas monzónicas.

Con este panorama, el Parlamento indonesio aprobó en enero el traslado de la capital a la isla de Borneo. Nusantara, como se llamará la nueva urbe capitalina cuya inauguración está prevista para el verano de 2024, ha sido concebida como un territorio bajo en emisiones de carbono, que aspira a convertirse en una ciudad inteligente rodeada de bosque. Aunque las autoridades aseguran que Nusantara “será el punto de partida para una Indonesia basada en la economía ecológica”, el proyecto también cuenta con detractores. El traslado de la capital podría poner en peligro la selva tropical de Borneo, hábitat natural de orangutanes, tigres y elefantes, y ya ampliamente deforestada, y podría obligar a desplazarse a las comunidades indígenas de la isla si se talan grandes extensiones de bosque.

Bernhard Barth, de ONU Habitat, cree que el calentamiento global lleva a estas tesituras: “Hay buenas razones para decir que algunas áreas son inseguras para vivir, bien por el calor extremo, por la subida del nivel del mar, o por los niveles de hundimiento del terreno, pero en la mayoría de los casos, el impacto ambiental de la construcción de una nueva ciudad es demasiado elevado en términos de uso de la tierra o de empleo de materiales de construcción”. En su opinión, readaptar las ciudades actuales es una estrategia más barata y más positiva, además de más sostenible ambientalmente. Así, apuesta por reconvertir áreas industriales en desuso en zonas de negocios o residenciales, y planificar nuevas zonas verdes en terrenos sin uso.

Julia López Ventura apunta que el 70% de las ciudades aglutinadas en C40 Cities (entre las que se incluyen varias megaurbes) están sufriendo desde hace tiempo los efectos del cambio climático, “por eso es importante que empiecen a trabajar ya en sus riesgos y vulnerabilidades, que van a aumentar en los próximos años”. En este sentido, señala que, si no se reducen las emisiones de efecto invernadero, “el aumento del nivel del mar puede afectar a 800 millones de personas en 570 ciudades” de más de tres millones de habitantes.
Fuente: Diario El País 2022-11-06.