Por Coronel FAP y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) Dr. Julio Villafuerte Osambela- Diario Correo.
Este verano lo están asociando (otra vez) con un evento Niña, lo cual está lejos de la realidad. Pretenden, sin querer o queriendo, llegar a una conclusión falsa y eso hace que la ciencia en el país se desvirtúe solo por tratar de bautizar algo que ya lo padecemos hace años. Esto muestra egoísmo y afán por quedar en la historia, otros lo hacen por captar dinero. El problema es que nos pueden hacer perder millones de soles. El año 2016 se anunció una hecatombe, más grande que la de los Niños 82-98. El país dejó de invertir miles de millones… y no pasó nada. Al año siguiente no se advirtió ni una lluvia, se invirtió y apareció un fenómeno recurrente que destruyó el norte del país, que hasta ahora no nos recuperamos. Ese desastre lo bautizaron como Niño Costero. Le echaron la culpa a la ciencia y al cambio climático. Hubo cientos de muertos, miles de damnificados y millones de pérdidas que hasta hoy se están pagando. Sin embargo, responsables ni uno. Este verano la interacción entre la atmósfera y la Corriente Peruana (poco investigada) que transporta aguas frías, sumado al importante aporte de humedad de la amazonia (poco investigada también), hace que esta estación de lluvias sea ligeramente superior a lo normal. De haber hecho vigilancia, la pudimos aprovechar y no sufrir las consecuencias que se nos vienen por solo estar preocupándonos por el aporte de la corriente El Niño que, da la casualidad, es monitoreada por la comunidad internacional con fuertes inversiones. Hoy tenemos a muchos científicos asistiendo a eventos internacionales e inclusive recibiendo pagos por su investigación. Han encontrado una excelente fuente de trabajo, lo que estaría muy bien si no pusieran en riesgo al país. Con sus pronósticos no tan certeros alguien está ganando. El Perú no.
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